Hoy me he encontrado con un cuento que habla sobre lo diferente que percibimos el tiempo los niños y los adultos y no he podido evitar traerlo al blog.
Me ha recordado a algunas conversaciones que he tenido, y tengo, con mis sobrinos:
-¿Vamos ya, tata?
-No, todavía queda una hora y media.
-¿Eso es mucho?
-Pues tres o cuatro capítulos de Ladybug…
Los niños del cuento, que son dos zorritos adorables, no miden el tiempo igual que su papá, y es que cuando el padre les pide que se den prisa porque llegan tarde, ellos no ven la prisa por ningún lado y se toman todo con mucha parsimonia. Lo que para uno es mucho tiempo para los otros no es nada, y viceversa. Vamos, nada que no hayamos vivido quienes tenemos niños cerca, ¿verdad?
El texto está acompañado por un montón de preciosas ilustraciones para que los peques sigan la historia con más facilidad (y para mayor deleite de los mayores)
Así de adorables son los dos zorritos
Otra cosa que también llama la atención es que los dos zorritos tienen solo un papá. Si hay una mamá no se la menciona. Sé que se está trabajando mucho para normalizar los roles familiares y en este libro sin duda lo han conseguido: no es fácil ver a un papá encargándose de sus hijos, bañándoles o dándoles de comer en los cuentos "antiguos" y eso es algo que tenía que cambiar, sobre todo porque los niños de ahora sí lo viven así. Tanto los papás como las mamás se encargan de todo por igual.
En resumen, el libro me ha gustado mucho y seguramente lo compre para leerlo con Iker y Víctor (se lo he "quitado" a un compañero de trabajo y lo he leído de pie en su sitio) pero creo que les gustará.
El libro es de Blackie Books, y podéis ver más información en su página web.
¡Feliz día!